SOLDADO SE DISPARA

Ha igualado sus registros en liga del ejercicio anterior, justo cuando más le necesita el Valencia CF

PAU FUSTER No paraba de sonreír. A Soldado se le veía feliz por las entrañas de Mestalla. Primero, por la victoria certificada con una goleada. Luego, por haber contribuido con dos goles. Y ya van 17 en liga. A falta de seis jornadas tiene a tiro su récord en liga, le falta un gol, pero su ambición no tiene límites y sabe que si lo supera será para ayudar al Valencia a clasificarse para la Champions. En Barcelona rompió tres jornadas de sequía y cuando salió al césped, con su gente, era consciente que iba a vivir otra noche mágica. El golpe que le dio Demichelis al principio, con la intención de sacarle del encuentro, fue un ingrediente más de motivación para sellar un doblete que le lanza en el momento más importante de la temporada? Con el empate de la Real Sociedad en Pamplona, el Valencia se ha puesto a dos puntos de la Champions y depende de sí mismo. Sólo vale ganar y con los goles de Soldado, es más fácil asaltar Anoeta.

 

Si algo caracteriza a Soldado es la sinceridad que transmite su rostro. Lo ha pasado muy mal en las últimas semanas, por un edema óseo en la zona del astrágalo de su tobillo derecho, ante el Valladolid le faltó suerte y ahora encadena dos partidos seguidos marcando. Su satisfacción lo decía todo. No acabar en el cuarto puesto sería un palo duro para él, siempre acompañado de su familia, los que más disfrutan y a la vez los que siempre están ahí. En el momento en que Roberto envió al fondo de las mallas un centro de Aly Cissokho al segundo palo, Mestalla enloqueció junto al ´9´. Rápidamente, en señal de agradecimiento, se acercó a la esquina del córner próximo a tribuna a abrazarse con el francés y luego buscó con su mirada a Manuel. Bueno, Roberto no sabía su nombre, pero tenía ganas de verle. La historia se remonta al partido del Valencia frente al Valladolid, cuando Manuel Tórtola, presidente de la penya valencianista ´La Carrasca´ de Burjassot, le pedía a grito pelado que le pusiera más huevos después de fallar una acción de gol. No había forma de deshacer la igualada, y con empate a uno Soldado estaba desesperado por la mala suerte que tenía y el aficionado al ver cómo parecía que los dos puntos se iban a escapar.

 

Aunque a veces los técnicos lamentan que sus futbolistas no les escuchan por el ruido, Soldado recogió el mensaje del peñista. En ese momento duele, pero la realidad es que los dos se alegran viendo al Valencia ganar partidos. Lo apuntaba el ´9´, «han sido seis minutos de éxtasis y de locura». Pero cuando inició el regreso a su terreno de juego, en plena alegría por el 2-0, se dirigió a Manuel „sentado en su posición habitual en la segunda fila de la tribuna, próximo al córner, de ahí que siempre escuche sus comentarios„ y con una media sonrisa bromeó haciéndole una peineta. «Eso es lo que has de hacer Soldado, no quiero que marques un gol, quiero que marques tres mejor que dos, o cuatro si es necesario. ¡Vamos! Tienes un par de cojones», y ahí, el delantero del Valencia, agradeció ese gesto de confianza levantándole el dedo pulgar como signo de aprobación. Y ambos se rieron. Unos minutos más tarde, marcó el segundo. La grada empezó a corear el nombre de Soldado, empieza a recuperar sus mejores sensaciones y con sus 17 goles está a sólo uno de su mejor campeonato de liga, la que cerró en la liga 2010/11, su mejor con el Valencia.

 

Soldado ha recuperado la sonrisa junto a la afición, la unión de ambos hará posible desbancar a la Real del cuarto puesto. No será fácil, pero han dado un paso al frente.