El atacante valencianista se pone al frente de los máximos goleadores del campeonato
Con la presencia del seleccionador nacional, Vicente del Bosque, en el palco VIP del Camp de Mestalla, Roberto Soldado volvió a poner una ‘pica en flandes’ y demostrarle que es un delantero que merece, con toda justicia, su oportunidad en la campeona del mundo. El atacante valenciano, tal y como hiciese con su ‘hat trick’ ante el Real Racing Club, fue decisivo en el impresionante choque ante el Atlético de Madrid y marcó el definitivo 1-0. O lo que es lo mismo, cuatro goles en dos encuentros que le convierten en el máximo artillero de la Liga BBVA junto a Cristiano Ronaldo. El ‘ Soldado del Gol’ fue decisivo y, amén de su ya probada puntería, protagonizó gran parte de las acciones atacantes de nuestro equipo. Y, no solamente en el aspecto ofensivo, sino que, cuando más apretaba el Atlético, salió al ‘frente’ como el primero de la fila para defender la meta de Guaita. La recompensa a su enorme esfuerzo llegó en el minuto 52; el equipo movía bien el cuero en la basculación, Miguel subía la banda, arribó a línea de fondo, se inventó un centro precioso desde la cal a Soldado que, en carrera, llegando desde atrás con un precioso testarazo, la puso a la escuadra, imparable para Courtois, su ‘enemigo íntimo’ esta noche de sábado, 10 de septiembre. Porque el portero francés evitó que el ‘9’ pensase en otro ‘hat trick’. El festival de las posibilidades llegó pronto, en el minuto, 11, con un pase en largo entre líneas de Rami a Róber, que le ganó a los centrales, encaró al galo, chutó con todo pero el cancerbero sacó una mano providencial. A renglón seguido, Soldado recibía un penalti clarísimo de Miranda, que le agarró, tirándole al suelo para evitar su remate. En el minuto 19, otro jugadón. Piatti monta el contraataque, pillando al Atético medio partido, el centro al segundo palo que le cayó a Soldado, le dio de lleno con toda la potencia pero se le marchó arriba de la meta rival. Al filo del descanso, ‘Róber’ exhibió su generosidad en un pase de la muerte a Jonas. Y, en la reanudación, aparte del 1-0, y con el equipo sufriendo, se ‘puso el mono’ de trabajo y trabajó a destajo para defender su diana, vital. En síntesis, un 10 en ataque y en defensa. Y, el Camp, cantando: ¡Soldado, selección!
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