Villa exige a Llorente que le deje ya ir al Barça

David Villa dio ayer el primer paso para presionar al Valencia C.F. y exigirle que acepte su traspaso al Barcelona. Las previsiones se cumplieron y el delantero se sentó cara a cara con el presidente de su club, Manuel Llorente, reunión que se celebró en Madrid y que tuvo momentos puntuales de tensión, más de la prevista, debido a las posturas encontradas de dirigente y futbolista. En el cónclave estuvieron presentes también Javier Gómez, vicepresidente valencianista, y José Luis Tamargo, el representante del jugador internacional quien, a su vez, estuvo acompañado de su padre.
Villa quiere abandonar el Valencia. Lo que se intuía desde hace tiempo quedó confirmado ayer plenamente. No existe duda de ningún tipo al respecto. Y la postura del futbolista no gusta, evidentemente, a los responsables de la entidad de Mestalla. Llorente le comunicó al asturiano que cuenta con él para el proyecto que se inició ayer mismo con la vuelta de la plantilla al trabajo, que se trata del activo más importante del equipo y que no tienen intención alguna de desprenderse de él para potenciar al Barcelona, negativa que con anterioridad se le planteó al Real Madrid.
La reunión de ayer en la capital española se produjo a petición de David Villa, con la intención señalada, la de presionar al Valencia y pedirle que acceda a su traspaso. El futbolista no se plantea por el momento convocar una rueda de prensa incendiaria para forzar aún más la máquina, posibilidad con la que también se había especulado.
Posible estrategia
Por otro lado, otras fuentes consultadas apuntan a que la firme postura que mantiene el Valencia de negarse al traspaso de Villa puede obedecer a una estrategia para obtener una cantidad superior a la última oferta del Barcelona de 40 millones de euros. Desde la ciudad condal se apunta que el club catalán estaría dispuesto a subir la cifra y eso lo sabe el Valencia, que podría conseguir un traspaso mayor, a la espera de esa oferta «escandalosamente escandalosa» que solicitó Manuel Llorente.
Tampoco se descarta que los responsables del Valencia se sientan en estos momentos presionado por el nuevo accionista mayoritario de la entidad, Inversiones Dalport, en función del comunicado oficial que esta empresa dio a conocer el pasado domingo. En el mismo, entre otros asuntos, instaba a los actuales rectores del club a no tomar ninguna decisión deportiva importante, bajo la amenaza de llevarlos a los tribunales si lo hacían, en lo que es una clara alusión a la posible venta de los futbolistas más destacados de la plantilla.
El presidente valencianista estaba muy interesado desde hace días en reunirse con David Villa. Se negaba a hacerlo con su representante en solitario, quería verse cara a cara con el jugador y así lo hicieron ayer, de ahí que aceptara la presencia de Tamargo. Al delantero del Valencia le pareció bien el encuentro con su presidente, pues el propio Villa quería participar en la reunión, así lo solicitó, al parecer porque la relación con la persona que defiende sus intereses no atraviesa por el mejor momento.
Hace un año ya se frustró el traspaso al Real Madrid, según se supo más tarde debido a la falta de acuerdo respecto a la cantidad que debía percibir José Luis Tamargo en concepto de comisión de la operación. David Villa se disgustó bastante y desde entonces trata de que no le vuelva a suceder nada parecido. En algunos momentos de la temporada se llegó a hablar de la posibilidad de que representante y representado podían romper su relación profesional.
Volviendo a la reunión mantenida ayer por la tarde, el presidente del Valencia rehusó hacer valoración alguna de lo sucedido en la misma. «Hemos tenido un cambio de impresiones y punto», manifestó Manuel Llorente, al que no hubo forma de extraerle otros detalles. «Villa es un jugador importante de la plantilla y teníamos la obligación de atenderle», añadió el máximo responsable del consejo de administración valencianista.
El papel de Guardiola
Las partes han decidido concederse unos días, pocos, para la reflexión, a la espera de lo que pueda hacer el Barcelona. Pero Villa está nervioso porque ve que se le puede acabar el tiempo y quedarse sin el deseado traspaso, al igual que le sucedió con el Real Madrid después de haber alcanzado un acuerdo total en lo que se refiere a su contrato.
El delantero ha hablado con Guardiola, quien le ha hecho saber el proyecto que, dicho sea de paso, le ha encantado a David Villa. El entrenador catalán presiona también a sus dirigentes a los que ha hecho saber su disgusto por los frustrados fichajes de Ribéry, Benzema y Filipe Luis. Y desea que el de Villa estuviera cerrado antes del lunes, día que la plantilla iniciará la pretemporada.
Si el Barcelona entiende que, como le sucedió al Madrid, ha chocado con el Valencia y que contar con Villa es imposible, activará su plan B y se irá a por Diego Forlán. Este es el gran temor del delantero valencianista, que se ha empeñado en abandonar al club de Mestalla.